CAPÍTULO VI
Busquemos un nuevo ambiente:
— ¡Fíjate, dice que la violaron entre seis y luego la abandonaron en mitad del bosque! —decía un viejo arrugado que se tocaba con una boina y blandía un garrote en la diestra.
—Algo haría ella, seguro que los provocó; si es que todas son unas zorras—opinó el que tenía al lado, un hombre de aspecto cuarentón, trajeado y con corbata; en una de sus manos sostenía un cigarro ostentoso. Lucía además un reloj dorado y llevaba varios anillos grandes.
CONTINUARÁ